Y aquí estamos entumidos
como a la salida del cine
en invierno
entumidos y tan solos
dando manotazos al mundo
pálidos y ojerosos
arropados en sábanas deslucidas.
Así nos encuentran los días y
noches
incapaces de decir basta
entregados a la disciplina
diaria
al cotidiano devenir de la
muerte
asidos al rebaño a regañadientes
disconformes
frustrados
desolados
soldados de plástico barato
envueltos en pilchas de liquidación.
Amargados
¡reconoced!
no somos más que marionetas
agujereadas por balines
aburguesados
actuando una mala obra
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