"La perfección es inseparable de la crueldad indiferente", escribió Milosz y ése parece ser un motto, la corriente subterránea en las estrofas de Palma. Así, cada nuevo título se transforma en estrategia para la supervivencia física y espiritual, surge un interés casi novelesco en los personajes, el tono se vuelve narrativo y el sentido del mundo deriva de la clase de idioma que se usa. Ello es evidente en "Interferencia in situ", una extensa rapsodia, de la cual transcribimos el siguiente fragmento: "Yo me sitúo mentalmente y no/ puedo evitar los ojos que de/ vez en cuando franquean/ on line/ mis coordenadas/ almendrados y oscuros/ con brillo semejante quizás/ sólo a una/ salida/ de sol/ después de la lluvia/ luego de los ojos/ inevitablemente/ todo su rostro...".
REVISTA DE LIBROS/Domingo 2 de Septiembre de 2007/PÁGINA ABIERTA/ Camilo Marks (a propósito de Piano Bar)
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