La cadencia del libro propone una lectura unitaria y rigurosa, pero a la vez tiende una mano tibia que guía al lector por los sinuosos caminos de esa “vuelta” que es un re-conocimiento, un conocer otra vez y más hondo lo que ya se había mirado, tal vez más de una vez, pero no se había logrado ver en la descarnada esencialidad que presenta el mundo cuando lo descubre la poesía.
Ya cumplida la primera década de un milenio nuevo, de un siglo XXI de misterio y anuncios diversos que abarcan un amplio espectro que va de la utopía a la distopía, Palma ofrece la novedad plena de una versificación precisa y una visualidad que resignifica objetos y relaciones.
La luz, el volumen, la masa de atracción gravitatoria diferente de un planeta de belleza comprometedora comparecen aquí y eximen del recurso siempre retórico del metalenguaje: hay que leer, hay que sumergirse en esta tierra de palabras.
Rafael Courtoisie, Montevideo.
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