27/11/08

Influencia de García Márquez en la literatura de América Latina. Realismo Mágico.

Cecilia Palma




Gabriel García Márquez, nacido en Aracataca, el 6 de marzo de 1927, es a mi parecer, el escritor colombiano más influyente en la literatura latinoamericana. Su obra, ampliamente conocida en esta parte del mundo, ha sido motivo de muchos estudios y referencias por parte de escritores, estudiantes, docentes universitarios y de colegios de enseñanza media y con razón, pues su trabajo posee una magia implícita: la narración es ágil, sus historias, entretenidas; el lenguaje, coloquial y la relación de la historia de Latinoamérica, sus pueblos y sus fantasías se mezclan con lo que se ha llamado, el realismo mágico. En sus relatos siempre de una u otra forma, menciona a su país, sus costumbres y la realidad política de la región; de hecho, en sus primeras novelas y relatos, el ambiente de violencia e intolerancia que Colombia vivía en el momento, está ampliamente reflejado. He allí el cómo la contextualización va tomando presencia en la literatura de García Márquez, así como, de las nuevas corrientes de Latinoamérica, llegando, a partir de 1960 a desarrollarse un movimiento numeroso de jóvenes escritores, narradores y novelistas que se toman la plataforma literaria.

Este "boom" señalado como la Nueva Literatura Latinoamericana, o la "nueva novela", toma un papel relevante no sólo en América sino también en Europa. Sus principales características: la desintegración de las formas tradicionales de la novela, ( ya que se tratan nuevas técnicas y el lector se convierte cómplice del autor); La simultaneidad del lenguaje, (el autor utiliza un lenguaje variado representando a las distintas clases sociales, diversidad de lugares y regiones; el argumento toma otra dimensión, así como los personajes y narradores, que serán ahora "hablantes" simultáneos); La novela como ficción total; (ruptura con la realidad circunstancial, volcándose a la imaginación creadora y al realismo mágico). Conociendo todas estas características, es fácil dilucidar que Gabriel García Márquez es, por cierto, el más importante exponente del boom latinoamericano, baste leer su obra para reconocer en su pluma los conceptos señalados. La realidad subjetiva convierte a su obra en un territorio imaginativo.

Este movimiento intelectual, férreamente ligado a la política y a la sociedad, imprimió en sus obras un ambiente, muchas veces doloroso. El propio García Márquez, lo explicó: “ Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad “ y agrega acerca de la esperanza.… “Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra”. (La soledad de América Latina [Discurso de aceptación del Premio Nobel 1982]).

Gabriel García Márquez inició su producción literaria con la novela La hojarasca, publicada en 1955, novela en la que por primera vez Macondo, ciudad imaginaria en la que transcurren la mayoría de sus historias.

Y, Qué es el realismo mágico?­

El realismo mágico es un género artístico y literario que surge a mediados del siglo XX como respuesta al decaimiento de los movimientos que hasta esa fecha estaban en boga sobre todo en Europa. Me refiero al vanguardismo que por el año 1950 estaba en pleno auge y que comenzaba también con su clausura. Esta vanguardia influyó en la nueva literatura, llevándola a experimentar con la ambigüedad y la sugerencia, característica que permitió a la literatura saltar desde un movimiento descriptivo y coloquial, hacia uno que exigía de parte del lector, un mayor compromiso de decodificación porque debía no sólo leer sino también comprender lo que el autor había plasmado en un libro, haciéndolo partícipe de la historia. Es algo así como una pieza pictórica del cubismo, donde el observador es el encargado de completar la imagen.

Entre sus principales exponentes se encuentran el colombiano Gabriel García Márquez y el guatemalteco Miguel Ángel Asturias , ambos galardonados con el Premio Nobel de Literatura, aunque muchos aclaman como padres del realismo mágico a Arturo Uslar Pietri, y a Juan Rulfo. La corriente se desarrolló muy fuertemente en las décadas del '60 y '70, y surgió fundamentalmente como respuesta a las discrepancias entre dos visiones que convivían en Hispanoamérica en ese momento: la cultura de la tecnología y la cultura de la superstición, así como forma de reaccionar mediante la literatura, a los regímenes dictatoriales de la época.

El realismo mágico es una forma estilística en que se representa aquello como algo cotidiano y común. Es una actitud frente a la realidad; la obra, según mi opinión, más representativa de este estilo es Cien años de soledad, de la que el propio García Márquez, expresó: “Mi problema más importante era destruir la línea de demarcación que separa lo que parece real de lo que parece fantástico. Porque en el mundo que trataba de evocar, esa barrera no existía. Pero necesitaba un tono inocente, que por su prestigio volviera verosímiles las cosas que menos lo parecían, y que lo hiciera sin perturbar la unidad del relato. También el lenguaje era una dificultad de fondo, pues la verdad no parece verdad simplemente porque lo sea, sino por la forma en que se diga.”

Otras características del realismo mágico, se refieren al multiplicidad de narradores en sus textos, (combina primera, segunda y tercera persona) con el fin de darle distintos puntos de vista a una misma idea y mayor complejidad a la narración; por otro lado, el tiempo no es lineal, sino cíclico; distorsiona el tiempo para que el presente se repita o se parezca al pasado; la muerte no es definitiva, los planos de realidad y fantasía se combinan con el mundo irreal y fantástico del autor, con un final inesperado o ambiguo; tiene escenarios americanos: la mayoría ubicados en los niveles más crudos de la pobreza y la marginalidad social y el autor se encuadra fuera de la realidad representada.


El desarrollo de la literatura modernista se orienta en las huellas de la vanguardia y especialmente con el movimiento surrealista, considerado el último de los eslabones vanguardistas, en él se instaura el definitivo rechazo de lo objetivo y lo racional y por el contrario, defiende el universo onírico, la visión infantil, la locura y el primitivismo; o sea, el amor por lo inconsciente, lo primario, la imaginación. El concepto de objetividad queda sustituido por la ficción donde el autor hace que todo sea posible. En este sentido, según mi opinión, el realismo mágico revalora al hombre como ser pensante o como pequeño Dios, según Huidobro, porque en su pluma tiene el poder de crear y recrear todos los mundos que él desee que existan. Los mitos y las historias narradas por los antepasados cobran vida entre los personajes de los autores que cultivan la corriente. El escritor no emite juicios lógicos ni destaca las ambigüedades, tampoco se detiene en análisis psicológicos de sus personajes, quienes, además, jamás se desconciertan frente a los eventos sobrenaturales que viven.

Es importante mencionar que el término Realismo Mágico no es originario de la literatura; el concepto fue acuñado hacia 1925 por el crítico alemán Franz Roh, quien lo utilizó para describir a un grupo de pintores post-expresionistas.

Durante las décadas del '20 y del '30, muchos escritores y artistas latinoamericanos viajaron a Europa para incorporarse al surrealismo, buscando los aspectos sobrenaturales necesarios para crear una realidad basada en los sueños y el subconsciente.

A su regreso a Latinoamérica, percibieron que no era necesario buscar esa realidad extraña en el viejo continente, que de hecho se encontraba en sus propias culturas y países. Uno de los primeros escritores que transitó estos temas, fue Alejo Carpentier. Tanto él como su compatriota Lydia Cabrera, fueron quienes ayudaron a iniciar el reconocimiento mundial de los escritores latinoamericanos.

El realismo mágico persuadió la novela para que saltara por encima del muro de dos mil años que la historia novelística había construido sobre las lecturas y de prejuicios de la gente; el realismo mágico disuadió a la novela para que continuara el mismo rumbo del postmodernismo, monótono y estéril invitando al lector a menospreciar lo real, a apreciar lo milagroso. Las causas principales que condujeron a la irrupción del realismo mágico en el siglo XX son, la crisis de la religión: en el siglo de la velocidad y de los grandes descubrimientos técnicos, la humanidad dudaba de sus sentimientos ancestrales, empezando así a buscar algo nuevo, o, por lo menos a llenar los huecos de sus conocimientos sobre la creación del mundo.

Sentado lo anterior, se deduce que el Realismo Mágico ha sido, sobre todas las corrientes que en Latinoamérica se han enraizado, un movimiento que ha entregado a la identidad de los pueblos, una herramienta válida de expresión donde el autor y el lector se conjugan significativamente quizás, como ningún otro movimiento literario y esta simbiosis ha hecho de García Márquez, su mayor exponente; llevando su nombre y el de toda la región a horizontes tales que ahora, a más de veinte años tienen a una nación como Ukrania, reunidos en torno a su figura. Acaso, este hecho, sea la mejor forma de constatar esta relevancia.


Bibiografía:

El realismo mágico.Conceptos, rasgos, principios y métodos, María AchiteneiLa soledad de América Latina: Discurso de aceptación del Premio Nobel 1982.
Wikipedia, la enciclopedia libre

1 comentario:

Leo Lobos dijo...

Mis saludos querida Cecilia es bueno tenerle en el vecindario virtual, un abrazo afectuoso

Leo Lobos